AÚN LA MUERTE PUEDE MORIR.
Vuelvo a compartir otro maravilloso escrito de Jorge Gil. Deseo que lo disfrutéis como yo lo he hecho.
La vida y la muerte son
como las dos alas de un pájaro, ocurren simultáneamente.
La
existencia no es un alfa y un omega.
La existencia no es un principio y un final. Nuestra mente dual nos tiene
atrapados en la mentira científica del tiempo y del espacio. También podría
decirse que nuestra consciencia en tercera dimensión, largo, ancho y alto nos juega una mala jugada. Aparece la
personalidad, es decir, la máscara que
oculta nuestra identidad y no nos permite ver
el ser indivisible que somos.
El
despertar de la consciencia nos lleva al
descenso en sí mismo, al abajamiento y al estado de arrobamiento. Tener consciencia nos lleva a la fuente original, la fuente suprema que nos da origen, nos sostiene,
nos mantiene y nos entretiene. Con consciencia desaparece la voluntad humana al
descubrir el engaño del ego que nos hace creer en la vida y en la muerta, en el
libre albedrío, pensamiento positivo, el querer es poder y en el " piensa
que puedes y lo lograrás." Al volverte hacia ti mismo reconocerás tu
propia insignificancia.
Cada uno es cada uno con
sus cada unadas. Hay
que poner en práctica el cada uno para sí mantenido en sus justos límites para
que sea posible la vida en común entre individuos civilizados.
"
La vida es un misterio y la muerte es la llave que permite resolverlo. En el
momento en que giras la llave, desapareces para siempre en el misterio.
No
tienes que esperar la muerte para hacer girar la llave. Puedes hacerlo ahora,
mediante el silencio, y disolverte en el
misterio".
Vi - vir es ver dos veces. Solo está vivo el que ve la
vida en la vida. Solo está vivo el que ve la vida en la muerte.
Jorge Alonso Gil H.
Medicina
Bioenergética
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