NUNCA TE OLVIDES
Doy las gracias a mi querida amiga Mirta de Luz del Alma, que me permite compartir con todos vosotros éste maravilloso escrito.
Ojala y nunca lleguemos a olvidarnos.............
PROMETO NO OLVIDARME
A menudo el alma se encarga de recordarnos quienes somos, son esos momentos en los que nos sentimos en comunión con la naturaleza, podemos sentir la vibración de los árboles, la sensación de la brisa en la cara, el calor del sol sobre nuestras mejillas, el olor a tierra mojada y la quietud después de una tormenta, la belleza de una estrella, la pureza en la mirada de un animal, la certeza y la conexión al lado de un ser humano................y tantas y tantas cosas que nos conectan con lo que realmente somos y el mensaje de por que estamos aquí.
Montse.
Ojala y nunca lleguemos a olvidarnos.............
PROMETO NO OLVIDARME
Había saldado ya viejas cuentas pero otras quedaban pendientes...
Y ella lo sabía... Nadie mejor que ella lo sabía. Tenía que volver. Se tomó su tiempo... y su no tiempo, se acomodó en su espacio infinito y programó su vida. Escribió su guión, eligió a sus padres, se ordenó deberes, juró elegir la verdad y no el error. Y cuando escribió la palabra "fin" ya estaba lista para empezar.
Le costó menos esta vez despedirse de sus amigos de luz, sabía que iba a volver... y que los encontraría allí abajo. Repasó su libreto por última vez. "Prometo no olvidarme", gritó con toda su alma, mientras el aire se volvía mas denso y lentamente iba muriendo a ese mundo de luz.
La oscuridad la envolvió... Se fué enredando de a poco en una sustancia viscosa, tibia, pegajosa, que crecía... crecía... y la cubría... la rodeaba... la encerraba... Esa prisión la acompañaría durante todo su viaje. "ya sé pero no debo olvidarme". El espacio fué haciendose cada vez mas pequeño.
Por las únicas dos ventanillas percibía el agua... tibia... Y ese tambor batiendo... siempre a ritmo... cada vez mas fuerte. De pronto otro tambor, mas pequeño, comienza a escuchar... y va creciendo, con su propio ritmo. Los dos tambores acompasados se aceleran... se aceleran... siempre a ritmo... más veloz... cada vez más veloz...
Ya no queda espacio... Algo me empuja y recuerdo el miedo... otra vez el miedo... presiento un tubo estrecho y un leve resplandor allá... al final... lucho por llegar a él... el tamborcito casi estalla en un grito espantoso...
"Es una nena." El médico la toma por la patitas, le da un chirlo, la nena llora y todos festejan. Nadie sabe mi dolor.
Sólo a veces, muy pocas veces tengo la sensación de estar cumpliendo con aquel guión; es cuando el amor me afloja la cara y la sonrisa se instala... y las ventanillas brillan... pero por mas esfuerzo que haga no logro recordar aquella promesa, aunque la intuición me dice que tiene que ver con la elección de la VERDAD.
Marilina RossA menudo el alma se encarga de recordarnos quienes somos, son esos momentos en los que nos sentimos en comunión con la naturaleza, podemos sentir la vibración de los árboles, la sensación de la brisa en la cara, el calor del sol sobre nuestras mejillas, el olor a tierra mojada y la quietud después de una tormenta, la belleza de una estrella, la pureza en la mirada de un animal, la certeza y la conexión al lado de un ser humano................y tantas y tantas cosas que nos conectan con lo que realmente somos y el mensaje de por que estamos aquí.
Montse.
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